Exposición colectiva A MERCED DEL AIRE
Cruce acoge la 3ª exposición colectiva resultado de la convocatoria titulada «A merced del aire» desde el 11 al 27 de enero de 2024. Comisariada por Fernando Baena, Concha García y Mario Gutiérrez Cru.
Inauguración de la exposición «A merced del aire» el jueves 11 de enero a las 19h.
Artistas:
Carla Forte
José Luis Lozano
Muaré Colectivo
Ce Pams & Emilia Martín
Iván Candeo
Natalia Auffray
A MERCED DEL AIRE
Si pensamos en esta frase como mínimo podríamos plantearnos cuestiones existencialistas y nihilistas que reflexionen acerca de la nada y el vacío. Podríamos pensar en un globo que se escapa y puede ascender indefinidamente, cuanto más lejos esté del suelo, más ansiosa e impaciente está la multitud que lo observa, tan oprimidos por la ligereza del aire y confusos por la falta de visibilidad, que rehúsan la mirada.
Podríamos hacer hincapié en preguntarnos qué encontramos cuando tomamos conciencia del vacío. En algunas ocasiones, la respuesta será la vacuidad plena, lo cual hace presente el componente angustioso de la existencia. Cuando el ser humano se adentra más allá de lo conocido, es decir, de la existencia pura de las cosas materiales, no halla nada que se sostenga sin estar atravesado por la metafísica. Es en este momento que se encuentra de frente con la nada, haciéndolo a su vez con la angustia. Un abismo que posteriormente, según filósofos como Heidegger, se convertirá en un “algo” terrorífico sobre el cual reflexionar, incluso llegando a alcanzar la idea de que el vacío únicamente se le niega a nuestro razonamiento por encontrarse limitada de capacidad cognitiva. Por el contrario, aunque el vacío es un entorno que nos resulta desconocido y lleno de interrogantes que nos llenan de turbación, podemos dejar a un lado la angustia y, en definitiva, el borde trágico de ese abismo terrorífico, puesto que no podemos tener certeza de que este sea un no-algo.
Pero la idea de estar a merced del aire, además de aludir a su capacidad disolutiva, también sugiere mirar hacia la serie de transmutaciones y movimientos, ascendentes, descendentes, que convergen o se separan cuando nos dejamos llevar por la corriente, cuando decidimos ignorar al espíritu de la gravedad y aceptamos la incertidumbre como nuestra. De esta manera, nos podemos lanzar a reflexionar sobre la capacidad creadora del abismo y sobre los agentes que actúan en nuestra relación con él. La multitud que miraba angustiosamente el ascenso del globo también puede mantener la mirada, liberándose ante la falta de visibilidad y entregándose a la ligereza del aire.
Texto de Paula Parejo y Celia García.