Fecha

21 Mar 2024 - 20 Abr 2024
Concluido

Exposición Daniel Charquero «Abrazando el Vacío»

El jueves 21 de marzo a las 19:00hs, el espacio CRUCE inaugurará la exhibición individual del artista Daniel Charquero «Abrazando el Vacío», que acogerá hasta el 20 de abril. Al cuidado de Fernando Baena.

El jueves 21 de marzo a las 19:00hs, el espacio CRUCE acoge la exhibición individual del artista Daniel Charquero "Abrazando el Vacío" hasta el 20 de abril. Al cuidado de Fernando Baena.

Abrazando el vacío.

Pintura que hace referencia a sí misma, a su materialidad, y a su proceso de realización.

La pintura líquida es vertida y esparcida, fluyendo sobre la superficie. De un modo lento, sutil y silencioso la materia se expande, se dispersa y adquiere una contundente presencia, casi escultórica. Al mismo tiempo estas delgadas capas superpuestas de colores vivos y vibrantes, nos dan la sensación que en cualquier momento pueden desaparecer dejándonos frente a frente con la lona vacía.

Generándose así, una tensión entre la última capa, y lo que está cubierto, oculto y que vemos sobresalir.
A primera vista destaca la línea, los planos de color y las zonas no intervenidas. Podemos percibir las vibraciones, las resonancias de los espacios creados que albergan las memorias de los gestos corporales provenientes del proceso de realización.

La pintura que sobresale bordeando la gran superficie, nos habla de los límites, marcando el origen del recorrido de cada plano y separando el fondo de la forma.

Las superposiciones de color van creando espacios sutiles, inaprensibles, fluctuando entre lo velado y lo evidente, que nos puede conectar con algo más, un instinto por el misterio y lo transcendente.

En síntesis, es una reflexión sobre la pintura en sí y su proceso, la presencia, ausencia, el vacío, el
espacio y los límites.


Contenedores de pintura.

Hace 25 años empecé a trabajar con las piezas hechas con pintura, sin soporte y han ido apareciendo de
forma intermitente a lo largo de estos años.

En este caso los restos de pintura sólida dialogan con finas capas superpuestas de acrílico sobre cartón. Cajas y pequeñas bandejas reutilizadas, de ser contenedores de alimento, pasaron a ser contenedores
de pintura.

Con la idea de que todo lo que está en el estudio es susceptible de ser utilizado. Observo lo que me rodea, detalles del quehacer diario y que forman parte del proceso pictórico. Poniendo atención en esas pequeñas cosas, las transformo y les busco un lugar.

Así es como los restos de pintura que se han solidificado pasan a formar parte de la pieza, integrando el
material reciclado, las transparencias, los planos de color y la pintura sólida, generando un espacio
contenedor de pintura.

Salto al Vacío.

El vídeo que aquí presento, es una nueva versión del realizado en el año 2013.

El origen de esta pieza es un vídeo donde aparecen dos personas bailando. He intervenido dicho vídeo transformándolo totalmente, reduciéndolo a una sucesión de manchas de color.

El vídeo comienza con una forma abstracta que surge desde un fondo blanco, una pequeña y sutil mancha. Vemos que algo se está generando, envuelto en una especie de membrana, va creciendo, deformándose y se va haciendo cada vez más grande.

Constituido por una sucesión de capas en movimiento, hasta dividirse en dos, pero manteniendo algún punto de unión.
Dos partes en acción, en permanente contacto. Está la tentación de permanecer unidos, y a su vez, la de desligarse, separarse de algo que ya no se quiere. Es decir, nos llegan gestos contradictorios, atracción y repulsión.

De lo que allí sucede podríamos hacer varias lecturas, quizá nos llegue como un enfrentamiento, mirándolo a nivel colectivo, como tantas luchas de poder que ocurren en el mundo, donde una parte desea dominar, subyugar y la otra se resiste a ser sometida.

Llevándolo a nivel individual, como una metáfora de las diferentes partes que están en cada uno, la luz, su sombra y la lucha por integrarlas. La tarea de seguir un largo proceso hasta que llegamos a hacer consciente lo inconsciente, liberarnos de ataduras y atravesar los fantasmas, dando un salto al vacío.


Daniel Charquero

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